
Ponte señales en el camino, coloca las marcas por donde pasaste,fijate bien en el sendero. ¡Vuelve, virginal Israel; vuelve a tus ciudades!
Las señales y los majanos eran puntos de referencia que se utilizaban en tiempos de la biblia para saber donde estaban y no perderel rumbo, aún hoy día en muchos países se siguen utilizando para la guía, puesto que no tienencalles definidas, ni tienen una señalización como tenemos nosotros.
Sabéis, nosotros, necesitamos ese también, aunque en esta palabra era dirigida a Israel, en el día de hoy también va dirigida a todos nosotros.
Los antiguos hacían altares, cada acontecimiento, cada lugar donde tenían un encuentro con Dios, allí ponían un altar para que todos supieran peroprincipalmentte paraellos mismos, para que su alma recuerde que había hecho Dios con ellos y las palabras dichas de ese lugar.
El alma suele ser voluble, sujeta a los tiempos y las circunstancias, olvidadiza y de una vez a otra se le tiene que recordar todolo que hemos pasado y como de todo ello nos «libró el Señor», cuando nos ocurren cosas solemos quejarnos y nos centramos másen lo malo que en lo bueno, existe un come, come interior que nos hace creer que papá quiere más a mi hermano o hermana que a mi, pero eso es irreal,lomismo que ha hecho por tu hermana o hermano,lo ha hecho por ti, pero eso percibimos y nos engañamos, para evitar esto, que nos lleva al terreno de la queja donde hay una nube densa y oscura que no nos permitever más allá de mis necesidades o de lo que yo cre necesitar, vamos a establecer señales,poniendo majanos o mojones (como se dice en castellano) que nos sirvan de señales,donde tuvimos un encuentro; allí haremos todos los altares recordando todo lo que ha hecho por nosotros.
No, no estoy hablando de hacerlo en el exterior, dentro de nosotros, en nuestra alma, haremos un espacio y recordaremos aquello que hace, ha hecho y hará por nosotros.
Recordar lo que dice este salmo:
Salmo 126:3
Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; y estaremos alegres.